Nace la Unidad de Demencia de Hospital de Llevant
Hospital de Llevant de la mano de las especialidades de neurología y neuropsicología, pone en marcha un nuevo programa de estimulación cognitiva con el objetivo de consolidar la Unidad de Demencia con la incorporación de diversos profesionales, y ampliar su ámbito de actuación.
El primer paso para ello es la puesta en marcha de este programa de estimulación cognitiva dirigido a pacientes con demencia leve a moderada y a sus familiares, que tiene como principal objetivo mejorar y/o enlentecer el proceso de la enfermedad.
Según descripción de la Organización Mundial de la Salud, la demencia es un síndrome progresivo caracterizado por el deterioro de la función cognitiva, es decir, de la capacidad para procesar el pensamiento, más allá de lo que podría considerarse una consecuencia del envejecimiento normal. La demencia afecta a la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. Suele ir acompañado, y en ocasiones es precedido, por el deterioro del control emocional, el comportamiento social o la motivación. Esta patología es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo, y tiene un impacto directo en los cuidadores y el entorno familiar del paciente.
El deterioro de la función cognitiva es causado por diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro de forma primaria o secundaria. La enfermedad de Alzheimer supone un 60-70% de los casos. No hay ningún tratamiento que pueda curar la demencia o revertir su evolución progresiva, sin embargo, la combinación de tratamientos farmacológicos y no farmacológicos puede ampliar el período en el que puede disfrutarse de una mejor calidad de vida.
Es en ese escenario dónde las terapias no farmacológicas emergen como un tratamiento potencial para quien sufre esta patología, y también para sus acompañantes.
Hospital de Llevant crea este nuevo programa de estimulación cognitiva, partiendo de los datos obtenidos sobre el beneficio de los mismos a partir de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
¿En qué consiste?
El primer paso para un buen tratamiento es el diagnóstico precoz. Para ello, se realizan consultas de familiares y pacientes con las dos profesionales con el fin de acompañar a los cuidadores en el proceso, realizar un análisis del contexto sociofamilar, de la historia clínica del paciente, una anamnesis y exploración física y un estudio neuropsicológico inicial, entre otros aspectos.
A partir de esta primera toma de contacto y tras la valoración conjunta de ambas profesionales se define una terapia individualizada y que se informa al propio paciente y a sus familiares.
Estas terapia tiene unos objetivos claros:
- Optimizar la salud física, la cognición, la actividad y el bienestar.
- Identificar y tratar enfermedades físicas concomitantes.
- Detectar y tratar los síntomas conductuales y psicológicos problemáticos.
- Proporcionar información y apoyo a largo plazo a los cuidadores.
Este servicio puede adaptarse a cada caso, pudienco concertarse citas según necesidades dos, tres o cinco días a la semana.
«Algunas personas pueden presentar más problemas de memoria que otras de su misma edad. Para evitar o enlentecer la progresión, es importante un seguimiento médico que puede detectar cambios en sus diferentes áreas cognitivas»; matiza la neuróloga María José Torres. «La estimulación cognitiva tiene como objetivo mejorar y mantener el rendimiento y eficacia de las diferentes capacidades cognitivas a través de un conjunto de técnicas y estrategias mediante las cuales se trabajan la orientación, el lenguaje, la memoria el cálculo...»; concluye la neuróloga de Hospital de LLevant.
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